Aunque los últimos segundos suelen ser los más fuertes, crueles y los que menos esperanzas suelen tener, buscas como quiera mirar hacia arriba. Vas en busca de aquella estrella que te haga iluminar esos pocos segundos que te quedan.
Eres un naufrago en tu propios pensamientos, sueñas aunque nadie te haiga enseñado como hacerlo, pero igual sabes que todos pasarían por un momento así.
Cuando te levantas desorientado preguntándote ¿qué demonios ha pasado? Te sueles reír de aquel sueño que apenas ni te acuerdas, entonces he ahí cuando vuelves a tu eterna monotonía dejando escapar esos vagos recuerdos de los cuales solo tú y tus sueños suelen acordarse con tanta precisión.
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